1.2.05

Que en paz descanse (yo)

Tienen que saberlo.
Las fantasías animadas de ayer y hoy se suspendieron. Están de duelo.
Se me murió mi objeto de deseo.
No, no lo pisó un camión o le dio un infarto. Se murió el mismo, cuando esa tarde se atrevió a sincerarse.

No lo dije antes, y lo digo ahora sólo porque recién acabo de darme cuenta. Quizás la comida peruana de anoche haya sido reveladora.

Necesito uno nuevo, pero con un poco más de delicadeza.
Uno que no de un discurso de cierre de cuánto ama a su mujer inmediatamente después de haberme insinuado algo.
Uno que no esté tan pagado de sí mismo para descartar a casi todo el resto, menos a mí, pero sólo por lástima.

Así que perdónenme este improperio:

Obejto de deseo (ex): andate a cagar! (a los yuyos)
Por más que me hayas dicho verdades a rolete, el deseo no me es compatible con el asco.

Y ahora, ahora es el momento para releer el subtítulo (o bajada) de este blog.

De nada.

No hay comentarios.: