Me niego a todo amor
incluso a aquel que asoma como aguja en el género
Me niego a asombrarme
de cualquier ser humano
incluso de aquel que brilla como bajado del cielo
Me niego a mirar con esperanza
la sonrisa en aquellos ojos
Será que han pasado ya tantos años
No quiero embriagarme un día más de tales vanidades absolutas
Me niego al amor, como el casto santo que se arrojó en la nieve
Qué terrible ha sido olvidarte completamente
y quedarme a la vera de los otros
Prefería llorar tu muerte
y no verme así
tan sola en la cima de un mundo
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